Esta vez toca dulce, unas pastas muy sencillas, de pocos ingredientes y no difíciles de hacer y que están ricas no, riquísimas. La primera vez que las hice salieron veinte pastitas y creedme, ¡volaron ipsofacto!. Así que la vez siguiente doblé los ingredientes y salieron cuarenta e igual de ricas.
Buena pinta, ¿verdad? ¡Pues vamos con la receta¡
Ingredientes:
- 150g de mantequilla sin sal.
- 50g de manteca de cerdo.
- 300g de harina fina de trigo.
- 70g de azúcar blanco.
- Un poco más de azúcar para rebozar las pastas una vez hechas.
-La mantequilla y la manteca han de estar a temperatura ambiente, así que las sacaremos con tiempo del frigorífico.
Preparación:
- Ponemos la mantequilla y la manteca de cerdo en el bol de la amasadora con el utensilio pala a una velocidad media baja, para que se vayan integrando.
- Una vez que se integren y se vea cremosa la mezcla, añadimos la harina previamente tamizada y el azúcar y seguimos amasando.
- Y en este punto he pensado yo que de ahí le venga el nombre a estas pastas, ya que la mezcla comienza a ser "arenosa", así que seguiremos amasándola hasta que este lisa.
- La sacamos a una superficie dura (encimera, mármol...) y la amasamos un poco, apenas un minuto.
- Dividimos la masa en dos y formamos dos cilindros de unos 30cms, los envolvemos en film transparente y lo dejamos en el frigorífico durante una hora.
- Pasada la hora encendemos el horno a 170º, calor arriba y abajo.
- Preparamos una bandeja con papel vegetal especial para horno.
- Sacamos los cilindros del frigorífico y vamos haciendo porciones de entre 25 y 30 gramos.
- Con las manos les vamos dando forma de bolitas y las vamos colocando sobre la bandeja, tal cual, y no muy pegadas unas a otras para que no se peguen, ya que ensancharán bastante.
- Las llevamos al horno, colocando la bandeja un nivel por debajo de la mitad.
- El tiempo de cocción es de 25-30 minutos, depende de cada horno.No conviene que se doren demasiado, así que a los 25min comprobaremos si están.
- Una vez hechas las sacamos del horno y con mucho cuidado, ya que se rompen muy fácilmente, las vamos pasando a una rejilla enfriadora.
- Aún templadas las rebozamos en azúcar y listas.
Espero que las hagáis, ya veréis que repetiréis.
Yo las tomo siempre con té, ¡y me saben exquísitas!
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