Primero, para no cansar repitiendo demasiado las comidas, luego, y supongo que os pasará igual, lo que le gusta a uno no le gusta al otro o le gusta menos. Así que hay que ir alternando y si te gusta menos hoy, el de mañana te gustará más, eso es lo que hay o cocinas tu, jeje.
Hoy traigo un plato a gusto de todos, no protesta ninguno. Además, siempre suelo tener un par de placas de hojaldre y de masa quebrada en la nevera para los imprevistos, me sacan más de una vez de apuros, creedme. Esta vez me pasó así, y como tenía también dos morcillas de Burgos, caseras y ricas, ricas, que me trae una amiga de su pueblo, hechas por sus padres, pues solucionado ¡un pastel de morcilla!
Buena pinta ¿verdad? ¡Pues vamos con la receta!
Ingredientes:
- 2 morcillas de Burgos.
- 2 placas de hojaldre.
- 1 litro de leche (yo la uso semidesnatada).
- 3 cucharadas soperas de harina de trigo (colmaditas).
- 2 cucharadas soperas de mantequilla (rasas).
- sal.
- nuez moscada.
- pimienta blanca (mejor recién molida).
- Un huevo para pincelar al final.
Notas:
- Utilizaremos una fuente o un molde grandes (30-32 cm), y de al menos 6 o 7 cm de altura.
- Precalentar el horno a 180 º, calor arriba y abajo (si usamos el ventilador, poner a 175º).
- Parrilla en la segunda posición por debajo.
- Sacamos el hojaldre de la nevera para que vaya templándose y no se nos rompa al amasarlo.
Preparación:
- Pelamos y cortamos en rodajas la morcilla.
- La ponemos tal cual en una sartén a fuego bajo, así la desgrasamos un poco, aunque esta morcilla no tiene mucha grasa.
- Con una pala de madera iremos deshaciéndola, para que luego no nos queden trozos grandotes en el pastel.
- Mientras, ponemos a templar la leche y en un cazo ponemos la mantequilla a derretir.
- Ya derretida, agregamos la sal, la nuez moscada y la harina.
- Vamos integrando todo removiendo con cuchara de madera unos 3 o 4 minutos, es esencial que la harina cueza un poco con la mantequilla antes de agregar la leche.
- Agregamos la mitad de la leche, le molemos un poco de pimienta blanca y comenzamos a remover con la cuchara de madera y a fuego lento.
- Yo cuando comienza a engordar la bechamel cambio la cuchara por un batidor de varillas, os aseguro que no queda ni un grumo.
- Seguimos añadiendo poco a poco leche hasta que quede a nuestro gusto. No debe quedar demasiado espesa, ya que luego en el horno espesará un poco más.
- Dejar en espera.
- Engrasamos un poco con mantequilla la fuente que vayamos a usar para el pastel.
- Con el rodillo de amasar estiramos las placas de hojaldre a un poco más ancho y largo que el molde.
- Enharinamos el rodillo y vamos enrollando sobre él un hojaldre, lo llevamos sobre la fuente y despacio lo vamos dejando caer.
- Ha de cubrir el fondo y los laterales y un par de cms por fuera del borde.Con un tenedor vamos pinchando la masa, para que luego no coja aire.
- Sobre el fondo repartimos bien la morcilla y sobre ella vamos poniendo la bechamel. La cantidad a gusto de cada uno. Lo suyo es mitad de morcilla y mitad de bechamel (de altura).
- Repetimos la misma operación con el otro hojaldre, cubriéndolo todo.
- Apretamos con los dedos la masa sobre todo el borde para que una bien y pasamos el rodillo, la cortará perfectamente.
- Con el sobrante de la masa podéis adornar un poco por encima.
- Batimos un huevo y pincelamos bien todo, así luego quedará doradito y brillante.
- Llevamos al horno y horneamos unos 30-35 minutos.
- Si véis que se dora muy pronto por arriba, cubrir con papel de aluminio.
- Servir templada.
¡Espero que os guste, yo tuve invitados ese día y les encantó!
No hay comentarios :
Publicar un comentario
¿Qué te ha parecido? No dudes en contármelo.